Los reclamos de La Usina

Por Pablo Guardia

En el Centro cultural la usina ubicado en la calle santo domingo 2752, en donde funciona el programa cultural en barrios que depende de ministerio de cultura de la ciudad de Buenos Aires, cuyo objetivo es  generar espacios barriales de participación, de divulgación de la cultura popular, de la expresion artística; un programa de promoción cultural, ya sea desde la producción de espectáculos o de talleres en donde los vecinos adquieren elementos artísticos, para luego generar su propia expresión.

Los empleados del centro cultural pegaron un cartel en la entrada en reclamo al jefe de gobierno Mauricio Macri para que le paguen los sueldos atrasados de 4 meses y medio. Al  entrevistar a Caro Fernández (organización y administración del centro cultural) dijo que los sueldos ya habían sido depositados pero siguen sin obra social por los trámites pertinentes para hacer el alta. Además recibían circulares internas de las fechas en que recibirían los pagos, pero las cuales se atrasaban cada vez más. A causa de este atraso también se les cortaron las obras sociales y entre las respuesta que recibieron ante el reclamo fue que hay demoras administrativas porque se creó el ministerio de modernización el cual atrasó dichas cuestiones administrativas.  Debido a la falta de pago la medida fue un paro del 2 del mayo hasta el 10, cuyo medida cambió a la toma de los talleres en la calle. Caro Fernández nos decía que les costó tomar la decisión del paro, ya que al centro recurren una gran cantidad de chicos los cuales, después de la escuela, pasan toda la tarde en el centro.

Además siguen existiendo problemas matrices correspondientes a las condiciones de trabajo inadecuadas tanto para los docentes como para aquellos que participan de los diversos talleres que se dictan en el centro cultural, debido a que no disponen de todos los materiales necesarios para trabajar con normalidad en los talleres de plástica, expresión y música para citar algunos. Los docentes cuentan con contratos laborales anuales perdiendo así los beneficios de la antigüedad y viviendo con la incertidumbre de la falta de estabilidad laboral.

Otro reclamo pertinente es la falta de presupuesto destinado a los gastos de la luz, el agua, la higiene, internet y demás servicios, cuyos gastos quedan a manos del centro cultural.

Esta situación no ocurre solo en este centro cultural, sino que también sucede en los otros 35  centros que dependen de este programa. La respuesta que reciben los docentes ante estos reclamos corresponde a trabas presupuestarias debido a los gastos que conllevaría hacer un nuevo estatuto ya que son docentes no formales de arte.

La luchan del centro cultural contra el vaciamiento del programa y el pase a planta permanente continua vigente al no tener ningún tipo de respuesta concreta.