Por Jorgelina Ezcurra
La problemática viene desde Noviembre de 2009 hasta la
fecha. En el barrio de Barracas precisamente en la intersección de Av. Iriarte
y Santa María del Buen Ayre la empresa AySA S.A. ejecuta una obra de bombeo de
líquidos cloacales. La misma produjo gravísimas consecuencias como son el
movimiento de los suelos y hundimientos que afectaron viviendas, actualmente en
riesgo de derrumbes.
Es común encontrarnos
con una gran lista de irregularidades en estas situaciones y este caso no es la
excepción. Entre ellas podemos mencionar: El plazo para la ejecución de la obra
sería de 120 días, lo cual teniendo en cuenta la fecha de inicio hace evidente
el vencimiento del mismo; uso de retroexcavadoras con fuertes vibraciones,
desmesurada depresión de la napa freática, desmoronamientos de tierra y rotura
de conductos cloacales en la excavación; vertido libre de agua y barro con olor
nauseabundo en la vía pública junto al cordón de la vereda formando un
estanque.
Para Junio del 2010 la DGOEP (Dirección General de Ordenamiento del
Espacio Público) procede a realizar una inspección de la cual resulta el
informe nº 162 de fecha 13/08/10 DGOEP-10en el cual se asienta que: “Desde hace
un año aprox. La empresa presentó una sucesión de declaraciones de emergencia
evidenciando de esta manera que por las dimensiones de esta obra, se trato de
una de carácter programado, lo que dio origen además a la correspondiente acta
de comprobación”. Conforme a esto el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó
la inexistencia de permiso alguno para la ejecución de la obra efectivamente
realizada.
Indignados y preocupados por los daños y perjuicios sufridos
los vecinos damnificados continuaron con las denuncias.
Detalles de la
situación
Lo cierto es que, en lo que a movimiento
del suelo se refiere, a la necesaria depresión de la napa y los bombeos constante
durante mas de 9 meses, debe agregarse la rotura nunca mencionada por AYSA de
los conductos cloacales. Esta rotura coincide, precisamente, con la aparición
de los daños en las viviendas.
Es decir, que las viviendas además de estar expuestas a los riesgos por las graves fisuras generalizadas, se encuentran apoyadas sobre espacios huecos de superficie y profundidad desconocida, cuya evolución natural puede llegar al hundimiento repentino de cualquiera de los sectores afectados con el consiguiente GRAVE RIESGO DE COLAPSO TOTAL O PARCIAL DE LAS ESTRUCTURAS DE LAS VIVIENDAS. (Abajo está el río)
Esto indica claramente que no puede descartarse la posibilidad cierta de colapso parcial o total de las estructuras si no se realizan los estudios y sondeos necesarios para verificar el estado del subsuelo de las viviendas.
AYSA informa que considera suficientes los informes de suelo por ellos presentados y se niega a hacerse cargo de los estudios específicos casa por casa.
Hay familias AUTOEVACUADAS, otras pocas conviviendo entre apuntalamientos y “testigos” colocados “en grietas con riesgo estructural” medidas que no alcanzan para garantizar la seguridad de sus vidas, mientras que hay muchas más familias sin la más mínima atención y que por falta de medios se encuentran sometidas al constante peligro dentro de sus HOGARES.
AYSA S.A. realizó las obras sin responder a ninguna Autoridad de Aplicación ya sea de la Nación como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: como si la obra en cuestión fuera en el medio de un predio de su propiedad y en una Ciudad sin ningún marco normativo o legal y como si fuera una obra solitaria sin efectos para con los vecinos lindantes. Será que la pasa por alto las normativas vigentes es cada vez más corriente, estaremos naturalizando esta “metodología”.
Es decir, que las viviendas además de estar expuestas a los riesgos por las graves fisuras generalizadas, se encuentran apoyadas sobre espacios huecos de superficie y profundidad desconocida, cuya evolución natural puede llegar al hundimiento repentino de cualquiera de los sectores afectados con el consiguiente GRAVE RIESGO DE COLAPSO TOTAL O PARCIAL DE LAS ESTRUCTURAS DE LAS VIVIENDAS. (Abajo está el río)
Esto indica claramente que no puede descartarse la posibilidad cierta de colapso parcial o total de las estructuras si no se realizan los estudios y sondeos necesarios para verificar el estado del subsuelo de las viviendas.
AYSA informa que considera suficientes los informes de suelo por ellos presentados y se niega a hacerse cargo de los estudios específicos casa por casa.
Hay familias AUTOEVACUADAS, otras pocas conviviendo entre apuntalamientos y “testigos” colocados “en grietas con riesgo estructural” medidas que no alcanzan para garantizar la seguridad de sus vidas, mientras que hay muchas más familias sin la más mínima atención y que por falta de medios se encuentran sometidas al constante peligro dentro de sus HOGARES.
AYSA S.A. realizó las obras sin responder a ninguna Autoridad de Aplicación ya sea de la Nación como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: como si la obra en cuestión fuera en el medio de un predio de su propiedad y en una Ciudad sin ningún marco normativo o legal y como si fuera una obra solitaria sin efectos para con los vecinos lindantes. Será que la pasa por alto las normativas vigentes es cada vez más corriente, estaremos naturalizando esta “metodología”.
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